DESCUBRE EL MÉTODO EFYF DE YOGA FACIAL Y SUS 5 PILARES DE TRANSFORMACION FACIAL.

 

Un Viaje Completo hacia la Armonía Facial bajo la Filosofía del Yoga.

El Yoga Facial tradicional es un excelente punto de partida, pero la belleza duradera y la verdadera armonía facial requieren un enfoque que vaya más allá del simple ejercicio, requiere tratar el rostro como un mapa complejo de músculos, tendones, fascia, circulación, linfa y emociones.

Tras años de práctica, estudio y perfeccionamiento, respaldados por mi experiencia en Yoga, así como en investigación y desarrollo en cosmética y formulación, lo que me ha llevado al estudio profundo del rostro; he desarrollado el Método EFYF, un sistema integral diseñado para ofrecer resultados visibles al mismo tiempo que te proporciona un profundo bienestar. Este método único combina estratégicamente cinco técnicas esenciales para conseguir un rostro definido, relajado y radiante, aplicando la consciencia y la calma propias de la disciplina del Yoga.

 

La Fuerza de la Integralidad: Los 5 Pilares del Método EFYF de YOGAS FORM por Ana Lopmartin.

El Método EFYF de YogasForm se basa en una visión que entiende el rostro como un todo. Aborda el rostro desde distintas necesidades, en un orden optimizado para la máxima efectividad.

1.      Técnicas Manuales Avanzadas (La maestría del tacto)

Este pilar es el corazón de la interacción y precisión. Utilizamos tus manos como herramientas expertas para trabajar las capas más profundas.

·        Enfoque: Desbloqueo de adherencias, depósitos grasos, tensiones y tratamiento de la fascia.

·        Beneficio: Mejora de la movilidad de la piel, permitiendo que los tejidos se regeneren y se muevan libremente, lo que es esencial para liberar las líneas de expresión “estancadas y reducción de la papada.

 

2.      Drenaje Linfático Facial (Eliminar lo que no te sirve)

Antes de fortalecer, necesitamos limpiar. El drenaje es clave para desinflamar y recuperar la luminosidad.

·        Enfoque: Estimulación de los conductos linfáticos.

·        Beneficio: Reducción de la hinchazón, minimización de ojeras y bolsas, y eliminación de toxinas. Esto prepara a la piel para una mejor absorción de los productos de cuidado facial.

 

3.      Compensación y Relajación (El antídoto contra el estrés)

Este es el pilar que combate los efectos del estrés, el bruxismo y las tensiones crónicas. Trabajando la conexión del rostro y los estados de ánimo.

·        Enfoque: Liberación de la tensión acumulada y reeducación de los músculos de la expresión mediante las técnicas de compensación del método.

·        Beneficio: Alivia el bruxismo, reduce los dolores de cabeza tensionales y suaviza las expresiones de enfado y preocupación. Promoviendo activamente los estados de ánimo positivos, ofreciendo una herramienta para facilitar y mantener un estado de ánimo positivo, haciendo que tu rostro se vea inherentemente más calmado, alegre y sereno.

 

4.      Fortalecimiento (La escultura Natural)

Una vez que el rostro está relajado y la circulación activada, podemos trabajar en la tonificación especifica selectiva. No se trata solo de ejercitar sino de saber qué músculos necesitamos tonificar y qué otros relajar para reequilibrar el rostro.

·        Enfoque: Ejercicios isométricos y dinámicos para la musculatura facial.

·        Beneficio: Corrección de asimetrías, elevación de los pómulos, definición del óvalo facial y el cuello, y aumento de la densidad muscular para contrarrestar la flacidez y el adelgazamiento propio de la edad.

 

 

5.      Integración Postural y Filosófica (La belleza holística).

La postura corporal es el marco de nuestro rostro. Este pilar asegura que los resultados sean duraderos.

·        Enfoque: Corrección de la postura de cabeza y cuello y conciencia de la posición lingual e integración de la atención plena (Mindfulness) en la práctica.

·        Beneficio: Mejora el soporte del rostro, reduce la papada causada por la mala postura y optimiza la circulación.

 

 

La Sinergia que Transforma.

El Método EFYF te ofrece una solución que no solo se enfoca en el “qué” (el ejercicio), sino en el cómo” y el “por qué”. Al combinar estas cinco técnicas de forma secuencial, garantizamos un rostro más firme, más joven y más relajado.

Cultivando la presencia y la aceptación, transformamos la práctica en un ritual de autocuidado que calma el sistema nervioso, llevando la armonía del asana (postura) al rostro.

 

 

¿Quieres desbloquear el potencial de tu rostro?

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